El tránsito fluye. Los cuerpos y los hierros forjados, transitan,
corren y buscan destinos infinitos. Las luces rojas, verdes y amarillas ordenan
el caos apenas disimulable. El sentido establecido, se sucede sin intervalos.
Mientras tanto, los fantasmas del movimiento esperan ansiosos las sombras de
las horas ausentes. Desnudos e invisibles, quieren salir a jugar entre los
claroscuros de luces sin sentido. Entre señales cromáticas que semejan
autómatas olvidados en un desierto donde ya nada hay para ordenar.
domingo, 16 de junio de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una exagerada simplificación. Pero, por ello, no menos explicativa. Los gobiernos como los de Milei llegan al poder y se mantienen, expresa...
-
Tal vez, solo Casualidad. De hecho, ¿qué otra cosa podría ser, sino? Viendo televisión, detuvimos la marcha frenética de nuestro control rem...
-
El Templo permanece intacto. Ni Menem, ni el liberalismo cipayo de Macri y sus amigos, pudieron derribar sus viejos muros que resisten. Ni...
-
A Nehuén, con quien compartimos los días. A Thiago y Ulises, quienes me visitan con su dulzura en los sueños de casi todas las noches y, a...
No hay comentarios:
Publicar un comentario