domingo, 16 de junio de 2019

El tránsito fluye. Los cuerpos y los hierros forjados, transitan, corren y buscan destinos infinitos. Las luces rojas, verdes y amarillas ordenan el caos apenas disimulable. El sentido establecido, se sucede sin intervalos. Mientras tanto, los fantasmas del movimiento esperan ansiosos las sombras de las horas ausentes. Desnudos e invisibles, quieren salir a jugar entre los claroscuros de luces sin sentido. Entre señales cromáticas que semejan autómatas olvidados en un desierto donde ya nada hay para ordenar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Una exagerada simplificación. Pero, por ello, no menos explicativa.  Los gobiernos como los de Milei llegan al poder y se mantienen, expresa...