miércoles, 4 de septiembre de 2019


La profunda complejidad de la existencia, es también la simpleza anecdótica de lo efímero. Querer atraparla es un juego casi imposible. Ella se ríe de nosotros, mientras se desvanece jugando con el tiempo.





Si te abrazo con mis labios y te beso con caricias, la distancia es sólo un fantasma que simula separarnos.



En la Ventana del sol, y rodeados de Sierras, me pediste un poema de amor. Me sentí tentado a parecerme a Joan Manuel, pero nada tengo de catalán y poeta. Coqueteando con la cursilería, puedo decirte que te quiero, que tu aire hace más respirable mi mundo. Que nada, ni todo, pueden parecerse a nosotros. Nada, ni todo, a la magia de nuestros labios cuando, húmedos y ansiosos, se abrazan en un beso.




Su suavidad invade mis sentidos hasta el último vértice inexplorado. Su dulzura permanece y se renueva sin alteraciones. Me parece todavía sentir el leve roce de tu piel encarnada en los labios.



Su finalidad es trasladarnos en el Espacio; no hay duda. Sin embargo, con solo ingresar en sus oscuros pero iluminados pasadizos, las antigu...