domingo, 8 de mayo de 2022

 Sí al menos esos momentos con Thiago pudieran venir conmigo donde fuera, la angustia de su ausencia dejaría de asaltarme todos los días escondida en las sombras.

 Hay facetas, temas y situaciones en que nuestra forma de organizar la vida socio economica puede ocultar su peor cara. Campañas mundiales de solidaridad, la aceptacion discursiva del cuidado ecológico y la incorporacion de derechos para minorías y/o sectores de la población discriminados durante siglos  (por lo menos, en algunas regiones), son, además de avances reales logrados no sin genuinas luchas, elementos que se utilizan para maquillar la inequidad y explotación estructural del capitalismo. Pero, en todo lo que respecta a la vacuna contra esta nuevo virus, la miseria capitalista es imposible de disfrazar entre bambalinas. Son los intereses economicos de gobiernos y laboratorios los que impiden la racionalidad sanitaria a la hora de privilegiar la salud de la poblacion mundial. Como en otras tantas oportunidades, aquí se expresa sin velos la maxima: los intereses del Capital por sobre millones de vidas.

La permanencia de lo efímero en la conciencia, es una de las paradojas mas inservibles de la existencia.

 

 

Tengo ganas de desnudarte con la mirada. Pero no me atrevo a correr el riesgo de que tu incomodidad expulse mis deseos a rincones oscuros donde se marchiten de pena.

Mi vida. Casi nadie logró darme tanto amor, tantas alegrias por verme, abrazarme, jugar, estar juntos. Sin embargo, tal vez la injusticia de la vida logre separarnos. No se. Sería terrible y perverso. Pero puede ser. Mi conciencia esta tranquila: siempre te di todo mi amor. Solo te "debo" un helado de Fanta Naranja y una vuelta en autitos del Parque Centenario.  Toda otra cosa que no pude, no puedo darte, es producto de la maldad condensada en el ser humano.
Solo me consuelo con el autito naranja, el buzo bordo que todavia tiene tu olor y todo aquello que logro averiguar sobre tus cosas del Colegio.
Pero nada, nunca, puede ni podrá reemplazar esa sonriza de amor, de hijo, que me hizo saber de millones de alegrías y sentir, como nunca, papá.
Te extraño mucho, mi Thiagui.

 Lo robo de una hermosa canción. Pero no importa, la frase es hermosa y me hace viajar a tiempos de "record de amor". No en otra cosa, puedo pensar al leer y sentir:  "escapando una noche de un bostezo de sol, me pediste que te diera un beso".

 

Desearia que Silencio pudiera visitarme con mayor asiduidad. Lograr establecer con él una intimidad y una confianza tan callada como profunda.
Que viniera a mi auxilio cuando el  automatico de mi verborragia  me asaltara freneticamente.y, en las pausas, me presentara a su amiga mas seductora y dificil de conquistar: doña Introspección. Con su compañia podría, verdaderamente, alcanzar el fin de que mis labios solo se abrieran en las ocasiones más contadas y pensadas.
Temo, sin embargo, que su amistad sea solo un camuflaje y quiera convertirme a una secta secreta. Un grupo tenebroso donde, el callarse, sea una mascara para esconderse a uno mismo. Una religión que nos lleva a un tunel escondido y en penumbras en la cual, doña Espontaneidad,  pierde por afano y don Cálculo conquista el Campeonato. Por momentos, no encuentro salida a este laberinto existencial. Supongo que lo ideal es tan difícil como aparentemente paradojico:  poder hablar menos sin nececidad de callarse nada. 

Su finalidad es trasladarnos en el Espacio; no hay duda. Sin embargo, con solo ingresar en sus oscuros pero iluminados pasadizos, las antigu...