Desearia
que Silencio pudiera visitarme con mayor asiduidad. Lograr establecer con él una intimidad y una confianza tan callada como profunda.
Que viniera a mi auxilio cuando el automatico de mi verborragia me asaltara freneticamente.y, en las pausas, me presentara a su amiga mas seductora y dificil de conquistar: doña Introspección. Con su compañia podría, verdaderamente, alcanzar el fin de que mis labios solo se abrieran en las ocasiones más contadas y pensadas.
Temo, sin embargo, que su amistad sea solo un camuflaje y quiera convertirme a una secta secreta. Un grupo tenebroso donde, el callarse, sea una mascara para esconderse a uno mismo. Una religión que nos lleva a un tunel escondido y en penumbras en la cual, doña Espontaneidad, pierde por afano y don Cálculo conquista el Campeonato. Por momentos, no encuentro salida a este laberinto existencial. Supongo que lo ideal es tan difícil como aparentemente paradojico: poder hablar menos sin nececidad de callarse nada.
Que viniera a mi auxilio cuando el automatico de mi verborragia me asaltara freneticamente.y, en las pausas, me presentara a su amiga mas seductora y dificil de conquistar: doña Introspección. Con su compañia podría, verdaderamente, alcanzar el fin de que mis labios solo se abrieran en las ocasiones más contadas y pensadas.
Temo, sin embargo, que su amistad sea solo un camuflaje y quiera convertirme a una secta secreta. Un grupo tenebroso donde, el callarse, sea una mascara para esconderse a uno mismo. Una religión que nos lleva a un tunel escondido y en penumbras en la cual, doña Espontaneidad, pierde por afano y don Cálculo conquista el Campeonato. Por momentos, no encuentro salida a este laberinto existencial. Supongo que lo ideal es tan difícil como aparentemente paradojico: poder hablar menos sin nececidad de callarse nada.
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