Me conmovió verte tan sólo, frío y empapado. Sentí culpa por no saber cómo
cuidarte. No podía ser de otra manera. Vos escondes algunos de mis sueños y
deseos más profundos. Tal vez estas líneas sean, al menos, un homenaje a
toda la dulzura y suavidad que ocultas tras un velo. Un tributo a ese
fruto dulce y prohibido que proteges día a día. A esas sutiles curvas que
me desbordan, aun con el más leve y sugestivo roce.
domingo, 16 de junio de 2019
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