Maldad inherente que no deja de expresarse.
Perversión que envilece el aire más puro que se pueda respirar. Oscurece el
cielo más diáfano, desatando tormentas de dolor. Ponzoña que hiere y ataca sin
distinguir entre Dios, el Diablo o sus hijos. Su veneno fluye con pena y sin
gloria. Quema todo a su paso. Envenena hasta las entrañas más sucias de una
porqueriza abandonada.
miércoles, 29 de agosto de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una exagerada simplificación. Pero, por ello, no menos explicativa. Los gobiernos como los de Milei llegan al poder y se mantienen, expresa...
-
Tal vez, solo Casualidad. De hecho, ¿qué otra cosa podría ser, sino? Viendo televisión, detuvimos la marcha frenética de nuestro control rem...
-
Navego, floto sobre la vida que rodea. Descanso viendo la realidad, como si fuera una película que proyectan y cruzo el negativo sin nadie q...
-
https://contraeditorial.com/las-nueve-semanas-y-media-de-milei/
No hay comentarios:
Publicar un comentario