sábado, 18 de agosto de 2018


Aunque estés tan cerca no te veo. Te siento entre el murmullo de esa música lejana que me alcanza sin necesidad de apurarse. Te intuyo en tu presencia de lino y cedrón. Suave y mentolada, tu esencia dice presente, me llama, me busca. Nos adoramos. No como a un Dios. Como a nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu  maldad es inmanente. Por momento parece haber desaparecido.  Que engaño; engaña. Solo es una pausa enmascarada. Tu rabia aparece sin cau...