No se sucedieron muchos soles, apenas días en el mismo espacio. Y
cualquier domingo al anochecer, ya no fue uno más. De pronto no hubo olores,
sensaciones ni poesía para compartir. Sólo atendí el teléfono para enterarme
que estaba un poco más solo. Mi papá se fue. (2-2-2020)
miércoles, 12 de febrero de 2020
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