La
belleza y la miseria humana caminan juntas en esta noche que comienza a
terminar. Juegan, se esconden. Me engañan, me enloquecen. Muestran sus caras
distintas, enhebradas en un laberinto confuso y oscuro. Por suerte, estoy
camino a casa. Tus brazos me esperan y tu cintura me llama. Estoy en paz.
domingo, 10 de marzo de 2019
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