domingo, 10 de marzo de 2019

El pulso de las calles esta señalado por la aceleración del tiempo y existencias  que sólo sobreviven. La miseria camina y me rodea. Pasa delante mio, sigue de largo, pero queda. Y al quedar, duele, lástima. Los sentidos no logran ser impermeables a la  miseria humana.  No podrían serlo. Sólo el cinismo de la meritocracia, puede servir de paraguas protector ante tanta agua pútrida y estancada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu  maldad es inmanente. Por momento parece haber desaparecido.  Que engaño; engaña. Solo es una pausa enmascarada. Tu rabia aparece sin cau...