Por momentos, a nada, a poco,
le encuentro sentido. Sin embargo, lo más difícil de soportar es que el
sentido no me encuentra a mí. En muchas ocasiones somos verdaderos ajenos
perdidos en los
vericuetos de un laberinto sin luz, sin fin. Alguien entra e ilumina sus
caminos, y todo es más fácil y alegre. Pero son sólo oasis donde se
distrae la dura lucha de existir en un desierto árido y tórrido.Que quema
y hace arder, a una existencia que no logra resolverse en sí
misma. O me invade y angustia al tratar de penetrarla y entenderla. O sólo
encuentra escapes promisorios, pero esquivos y transitorios.Tal vez ahí
este el secreto. Tal vez eso sea la existencia. E intentar
explicarla, sea sólo una trampa neurótica de ansiedad e
impotencia.
jueves, 31 de enero de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una exagerada simplificación. Pero, por ello, no menos explicativa. Los gobiernos como los de Milei llegan al poder y se mantienen, expresa...
-
Tal vez, solo Casualidad. De hecho, ¿qué otra cosa podría ser, sino? Viendo televisión, detuvimos la marcha frenética de nuestro control rem...
-
El Templo permanece intacto. Ni Menem, ni el liberalismo cipayo de Macri y sus amigos, pudieron derribar sus viejos muros que resisten. Ni...
-
A Nehuén, con quien compartimos los días. A Thiago y Ulises, quienes me visitan con su dulzura en los sueños de casi todas las noches y, a...
No hay comentarios:
Publicar un comentario