La paz se adhiere a todos mis sentidos.
Penetrante y profunda paz de domingo. El ruido mínimo, reafirma el
silencio. El aire huele distinto. Despierta en mi mente sabores dulces y
olores detenidos. Me parece acariciar la pausa de la vida. La ausencia de
sonidos ocupa todo el espacio. Solo un ronco motor, de vez en cuando, me
recuerda que la ciudad está viva. Que mañana es lunes, que el ruido
encontrará aliados para su combate eterno con la paz. Mientras, hoy
disfruto.
domingo, 17 de marzo de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una exagerada simplificación. Pero, por ello, no menos explicativa. Los gobiernos como los de Milei llegan al poder y se mantienen, expresa...
-
Tal vez, solo Casualidad. De hecho, ¿qué otra cosa podría ser, sino? Viendo televisión, detuvimos la marcha frenética de nuestro control rem...
-
El Templo permanece intacto. Ni Menem, ni el liberalismo cipayo de Macri y sus amigos, pudieron derribar sus viejos muros que resisten. Ni...
-
A Nehuén, con quien compartimos los días. A Thiago y Ulises, quienes me visitan con su dulzura en los sueños de casi todas las noches y, a...
Es muy lindo lo que transmitís, tu manera sensible de percibir.
ResponderEliminar