domingo, 8 de julio de 2018


Olvidadas en el tiempo, pérdidas en algún cajón o desván,  nuestras figurítas resisten en la memoria y el sentimiento de todos aquellos que alguna vez sufrimos por las "difíciles" y disfrutamos la deseada pelota de cuero número 5.
            Rara paradoja. Casi todos nosotros, niñas o niños, alguna vez coleccionamos nuestras figurítas. Aún aquellos con escasos recursos, siempre se las ingeniaban para poder tener algunas; aunque pocas, pero muy preciadas. Sin embargo, llegada la adolescencia, pasan al olvido, son "cosas de chicos" o nuestras madres las tiran para hacer lugar. Ya parecen solo objetos del pasado y, de haberlas tenido muchos de nosotros, pasan a ser algo raro, inencontrable y, en algunos casos, casi inexistentes. No obstante, todo queda. Y cuando el recuerdo vuelve, muchas veces ELLAS ya no están. Este libro es nuestro homenaje. Traerlas nuevamente del pasado, del recuerdo de nuestra infancia perdida a nuestro presente que todavía se emociona al verlas, olerlas y sentirlas.

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