Olvidadas en el tiempo, pérdidas en algún cajón o desván, nuestras
figurítas resisten en la memoria y el sentimiento de todos aquellos que alguna
vez sufrimos por las "difíciles" y disfrutamos la deseada pelota de
cuero número 5.
Rara paradoja. Casi
todos nosotros, niñas o niños, alguna vez coleccionamos nuestras figurítas. Aún
aquellos con escasos recursos, siempre se las ingeniaban para poder tener
algunas; aunque pocas, pero muy
preciadas. Sin embargo, llegada la adolescencia, pasan al olvido, son
"cosas de chicos" o nuestras madres las tiran para hacer lugar. Ya
parecen solo objetos del pasado y, de haberlas tenido muchos de nosotros, pasan
a ser algo raro, inencontrable y, en algunos casos, casi inexistentes. No
obstante, todo queda. Y cuando el recuerdo vuelve, muchas veces ELLAS ya no
están. Este libro es nuestro homenaje. Traerlas nuevamente del pasado, del
recuerdo de nuestra infancia perdida a nuestro presente que todavía se emociona
al verlas, olerlas y sentirlas.
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