Bronca. Bronca que no ríe satisfecha. Se
eleva en alas de letras y palabras que se anudan entre vientos imprevistos.
Buscan cause en metáforas desoladoras o de pujante aliento frió y combativo.
Alegorías que ayudan a existir. Se transforman en refugios invisibles que
debilitan la destrucción y el desconsuelo. La tormenta de angustia que arrasa,
que quema, extrañando hasta el dolor. Escribo y levanto vuelo. En
ocasiones, las densas nubes son mi piso, ya no mi techo. Por sobre ese
gris plomizo, profundo y oscuro, es un poco más fácil sobrevivir de las
ausencias.
sábado, 28 de julio de 2018
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