sábado, 28 de julio de 2018


Bronca. Bronca que no ríe satisfecha. Se eleva en alas de letras y palabras que se anudan entre vientos imprevistos. Buscan cause en metáforas desoladoras o de pujante aliento frió y combativo. Alegorías que ayudan a existir. Se transforman en refugios invisibles que debilitan la destrucción y el desconsuelo. La tormenta de angustia que arrasa, que quema, extrañando hasta el dolor. Escribo y levanto vuelo. En ocasiones, las densas nubes son mi piso, ya no mi techo. Por sobre ese gris plomizo,  profundo y oscuro, es un poco más fácil sobrevivir de las ausencias.

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