Paradojas si las hay. Las letras me salen sólo si es para
contar su ausencia. Tal vez viajen quien sabe por dónde. Inspiren otras mentes
que antes me las habían prestado o se escurran lentamente por savias
desconocidas. Hoy y ayer, y siento que mañana, solo puedo hablarte de mi
silencio. Aquel que sin embargo ahora escribe y se oye a sí mismo. Entre
ladridos que retumban en esta plaza tan nuestra. De foto de ausencia y
recuerdos presentes de hace solo dos días.
Enredadas entre las hojas de sus árboles volvieron algunas palabras. Recién
horneadas, tímidas y escondidas. Que suerte, ahora puedo hablarte con ellas. Y
no solo de su viaje a espacios y lugares apenas percibidos.
sábado, 23 de junio de 2018
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