Caminaba como tantas veces en mi vida por veredas de
domingo. Sensaciones especiales que sólo sentimos ese día. Totalmente distintas
pero muy conocidas. Un silencio profundo y subyugante. Olores distintos. Olor…
vaya saber a qué. Un movimiento más definido
por la quietud que por él mismo.
domingo, 24 de junio de 2018
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