domingo, 24 de junio de 2018


Caminaba como tantas veces en mi vida por veredas de domingo. Sensaciones especiales que sólo sentimos ese día. Totalmente distintas pero muy conocidas. Un silencio profundo y subyugante. Olores distintos. Olor… vaya saber a qué.  Un movimiento más definido por la quietud que por él mismo.

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