sábado, 14 de julio de 2018


Extraño hasta el dolor.... A mis hermosos cachorros. A sus risas, sus dulces y chiquitas manos. Sus abrazos suaves y envolventes. ¿Dónde están ahora? ¿En la escuela?  ¿Enojados con papá?  Y ¿por qué? Nunca un abandono, ni una centésima siquiera. Entrega y amor, no otra cosa. Una ausencia de años sólo posible por imposición. Se impuso la maldad, el resentimiento, el odio ajeno. Ajeno a lo que siempre  nos sentimos y alegramos. Hoy todo anegado. Por el barro negro de la desidia y una perversión planeada y sistemática. Hoy, ustedes mismos me eluden. No atienden o, mi Uli, ataca y agrede. Pero espero. Esperaré todo lo necesario. Para volver los cuatro juntos. A sentirnos, disfrutarnos. Querernos y acompañarnos. Extraño hasta el dolor.

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