Y....Que enorme es el deseo de poder vivir el engaño de un mundo menos material. Vivir en la esperanza de algún Dios o dioses que me den felicidad, otras vidas, el paraíso o, en el peor de los casos, vivir en el "temor a Él "; sentir una espantosa adrenalina que me aterrorice con el infierno pero que, en definitiva me haga sentir vivo.
Es difícil y complicado aceptar la materialidad, la existencia como único principio y fin. Donde todos y todo, no somos más que una transitoriedad efímera de un devenir histórico de la naturaleza. Planeta y sistema solar incluido. Esté panorama de vacío es más aterrador para el ser humano que la existencia de un más allá incomprensible con premios y/ o castigos incluidos. No en vano, los seres humanos hicimos posible que Dioses y Dios existan.
Se complica encontrar sentido a soportar todas las penas y obstáculos que significar vivir, estando convencidos de todo esto. Sólo aquellos hermosos momentos de sentimientos con otros, permiten respirar en oasis de placer y disfrute. Vivir algo cercano a la espiritualidad tan declamada y ansiada. O engañarnos por momentos con un triunfo deportivo, una aventura de vida exitosa o una nueva figurita que nos permita sentir la completitud del álbum.
Se complica encontrar sentido a soportar todas las penas y obstáculos que significar vivir, estando convencidos de todo esto. Sólo aquellos hermosos momentos de sentimientos con otros, permiten respirar en oasis de placer y disfrute. Vivir algo cercano a la espiritualidad tan declamada y ansiada. O engañarnos por momentos con un triunfo deportivo, una aventura de vida exitosa o una nueva figurita que nos permita sentir la completitud del álbum.
Pensar que el propio acto de estas notas, son, quizás, un intento de darle algo de poesía, de brillo, a esta materialidad de aburrimiento (cuando no de angustia y/o explotación) con oasis de placeres efímeros.
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